Desde hace unos años, la figura del profesional de la fisioterapia se ha popularizado. Cada día es más común ver a todo tipo de pacientes en las consulta, más allá de los relacionados con el ámbito deportivo.
Sin embargo, en la mayor parte de los casos la información que maneja el gran público sobre las aplicaciones de la fisioterapia suele ser reducida, relacionándose exclusivamente con ciertas técnicas y algunas lesiones. Este desconocimiento genera confusión en el paciente, que puede llegar a decantarse por falsos profesionales, con el consecuente riesgo que esto supone para su integridad física.
La fisioterapia es una disciplina de las ciencias de la salud de formación universitaria, concebida para paliar patologías crónicas o puntuales, en referencia al movimiento corporal, convirtiéndose en una alternativa no farmacológica a un gran número de afecciones musculoesqueléticas y posturales. Es decir, su fin es ayudar a mejorar el bienestar y la calidad de vida de quienes sufren algún tipo de disfunción física.
Para conseguir este objetivo, se sirve de técnicas terapéuticas y medios que se renuevan constantemente, y que son tan dispares como la masoterapia, movilizaciones articulares o fasciales y viscerales, control motor, kinesiotaping, termoterapia, crioterapia, hidroterapia o reeducación postural, entre otras.
Estas técnicas deben aplicarse de manera individualizada y adaptarse a cada uno de los casos, siempre después de un minucioso estudio y un diagnóstico adecuado realizado por el fisioterapeuta, un profesional también en constante aprendizaje.
El papel más conocido del fisioterapeuta es el relacionado con su rol asistencial, como profesional sanitario que trabaja en la prevención (nivel primario), curación (secundario) y recuperación funcional del ciudadano (nivel terciario), a través de las herramientas con las que cuenta esta disciplina, y que conoce en primera instancia mediante su formación reglada.
Sin embargo, no es el único campo al que tiene acceso, pudiendo desarrollar su carrera también en el ámbito de la investigación, la gestión de centros o la docencia, tanto a nivel público como privado. La elección entre las diferentes opciones dependerá de la manera de entender la fisioterapia de cada profesional, siendo el compromiso con la sociedad su principal vínculo. En cualquier caso, la obligatoriedad de las distintas fases hasta alcanzar el contacto directo con el paciente, forma parte de un engranaje donde todas son esenciales.
Por todo esto, el fisioterapeuta podrá formar parte de la plantilla de un amplio grupo de instituciones. Así, el profesional tendrá la opción de trabajar en centros de salud, dependencias hospitalarias, residencias de ancianos, gimnasios, centros deportivos o balnearios; pero también en centros de enseñanza universitaria o escuelas privadas, e incluso en centros de fisioterapia para animales, una de las más novedosas aplicaciones de esta disciplina. Todas las competencias del fisioterapeuta están recogidas en la Ley de Ordenación de Profesiones Sanitarias.
Independientemente del lugar desde donde se ejerza la profesión, lo importante siempre será transmitir confianza, profesionalidad y optimismo a una sociedad cada vez más inclinada hacia la fisioterapia.
Este blog es muy importante e interesante ya que nos habla ha cerca de la importancia y desarollo de la fisioterapia
ResponderBorrarInteresante punto sobre la Fisioterapia en el campo social.
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